Regido por el Sol y el elemento Fuego, el laurel es una hierba que alguna vez usaron las sacerdotisas de Apolo para inducir mágicamente las visiones proféticas. Para ver el futuro a través de los sueños, duerma con hojas de laurel entre su almohada.
El laurel se ha usado durante mucho tiempo para protección y purificación. Utilizar una bolsa dije llena de hojas de laurel aleja la mala suerte, las fuerzas del mal y previene al portador de ser atravesado por un rayo; y colgar una en una ventana evita que los rayos golpeen la casa. «Aquél que lleve una hoja de laurel nunca será dañado por un trueno» es un viejo proverbio, y «No caerá la enfermedad, ni el demonio infectará o herirá a alguien en ese lugar, donde exista un árbol de laurel. Los romanos lo llamaron la planta del buen ángel«.
La quema de hojas de laurel, en combinación con las palabras de poder, trabaja bien para exorcizar a fantasmas y demonios de residencias encantadas y de los poseídos. Cuando se combinan con madera de sándalo y se queman en Luna menguante, las hojas de laurel rompen la mayoría de las maldiciones y hechizos negativos. Se cree que si quema hojas de laurel sobre las que haya escrito con su propia sangre un deseo, logrará que se haga realidad.
El Laurel purifica.
Hay hasta un viejo ritual que dice que podremos ver a nuestro futuro marido si utilizamos laurel. El ritual consiste en : «Tome dos hojas de laurel, salpíquelas con agua de rosas; la tarde de este día, déjelas en forma de cruz bajo su almohada, cuando vaya a dormir, ponga una sábana limpia y cámbiela con el lado del revés hacia fuera; y al acostarse, diga:
«Buen Valentín, sé amable conmigo, en sueños déjame ver a mi amor verdadero.»
Así cruzando sus piernas y yendo a dormir verá en sueños a su futuro marido.»