Durante miles de años, las civilizaciones antiguas han utilizado el poder de los cristales para liberar los bloqueos mentales, físicos y espirituales, lo que facilita la libre circulación de energía por todo el cuerpo. A nivel celular, nuestros cuerpos y el cristal de cuarzo están compuestos por un mineral común de dióxido de silicio.
Debido a esto, biológicamente, somos receptivos a las vibraciones de los cristales, ya que transmiten energía, nos hacen reflexionar, almacenan la luz en su interior y reciben el calor de ésta. Cuando los cristales se colocan directamente sobre el cuerpo, tienen un potente efecto vibratorio que surge desde dentro del cristal hacia fuera. Cada una de nuestras piezas de cristal de energía sirve como una herramienta para ayudar a los pensamientos de nuestra mente a conectar con nuestro cuerpo.
Las piedras preciosas ó cristales siempre han representado poder, luz, armonía, belleza y sabiduría. Se les atribuye propiedades de sanación y curación para el tratamiento de enfermedades y beneficios para las personas.
Algunas de estas piedras preciosas o semipreciosas son:
Ágata: es una de las piedras curativas más antiguas. Las ágatas son piedras muy protectoras, lo que las hace perfectas para las piedras de amuletos y las bolsas de medicinas. También trae valor, fuerza emocional y la confianza en sí mismo.
Ámbar: se cree que ayuda en la pérdida de memoria, purifica el cuerpo, aliviar dolores de cabeza y problemas relacionados con los huesos y enfermedades de corazón. Poder para la eliminación de tensiones y sus propiedades calmantes.
Amatista: ayuda en la reducción del insomnio, la artritis, el alivio del dolor y problemas circulatorios. La amatista es considerada una piedra preciosa para la meditación, la paz, el equilibrio, el valor y la fuerza interior.
Amazonita: antiespasmódico y relajante. También alivia dolores de cabeza, tiene efectos calmantes sobre el corazón y sobre las embarazadas. Proporciona el desarrollo de la creatividad y el aumento de la comprensión. Se utiliza para liberar el estrés, reducir el nerviosismo y crear paz y tranquilidad. Promueve un sueño profundo y saludable.
Aguamarina: ayuda al hígado, garganta, estómago, mandíbula, dientes, ojos y oídos. También conocida por liberar el miedo, calmar el nerviosismo y aportar claridad y equilibrio mental.
Azurita: Llamada la “piedra de la evolución” por su capacidad de ayuda para integrar y comprender el dolor. Fortalece la mente, fomenta la reflexión y el espíritu crítico. Es la piedra de la memoria.
Berilo: Resulta muy favorable para el desarrollo de la intuición y la concentración. Aumenta el autoestima, el optimismo y el buen humor. Antiguamente era utilizado en rituales para atraer la lluvia.
Citrino: Activa su imaginación, creando visiones creativas para una mente más clara y una perspectiva más positiva de la vida. Alimentado por el sol, calienta, limpia y energiza el cuerpo. Contribuye al fortalecimiento del plexo solar.
Espinela: se empleaba con frecuencia en las prácticas de magia en sustitución del rubí, por poseer vibraciones energéticas positivas. Ahuyenta la melancolía.
Hematita: es una piedra muy protectora que absorbe la energía negativa y calma en momentos de estrés o preocupación. Proporciona tranquilidad y paz, ayuda en la liberación de las limitaciones autoimpuestas.
Jade: es una piedra que puede ayudarle a alcanzar sus metas y sueños, lo que le permite ver más allá de las limitaciones autoimpuestas y manifestar sus sueños en el mundo físico. Jade promueve el coraje, la compasión, la generosidad.
Lapislázuli: ayuda en el alivio del insomnio y la depresión, lapislázuli también es conocido por la creación de la apertura, la veracidad y la creatividad.
Onix: asociado con el chakra de la raíz, Onix trae inspiración espiritual, y el control de las emociones.
Peridoto: curación de estrés en las relaciones, la disminución de la ira y los celos, y ralentiza el envejecimiento, el peridoto promueve la abundancia y la prosperidad.
Rubí: aumenta la integridad, la dedicación, y la felicidad.
Topacio: una de las piedras preciosas más potentes. Facilita el equilibrio de las emociones y proporciona protección frente a la codicia.
Turquesa: una piedra preciosa impregnada de la tradición y la tradición, la turquesa es una piedra de curación y el equilibrio.