Es el abogado de los casos difíciles y desesperados. Para suplicarle la petición, delante de una imagen o estampa del santo ponemos siete rosas rojas, una vela blanca y un poco de aceite bendecido con el que nos santiguaremos.

Oración

Oh, glorioso apóstol San Judas!, siervo fiel y amigo de Jesus, el nombre del traidor que entrego a vuestro querido Maestro en manos de sus enemigos ha sido la causa de que muchos os hayan olvidado, pero la iglesia os honra e invoca universalmente como el patrón de los casos difíciles y desesperados. Rogad por mi, que soy tan miserable, y haced uso, os ruego, de ese privilegio especial a vos concedido de socorrer visible y prontamente cuando casi se ha perdido toda esperanza. Venid en mi ayuda en esta gran necesidad para que reciba el consuelo y el socorro del cielo en todas mis necesidades y sufrimientos, en particular ( se dice la petición), y para que bendiga a Dios con vos y con todos los escogidos por toda la eternidad. Os prometo, glorioso San judas, acordarme de este gran favor y nunca dejar de honraros como mi especial y poderoso protector, y hacer todo cuanto pueda divulgar y fomentar vuestra devoción. Amen.

Se rezan tres padres nuestros.

Ofrenda

Cuando recibas el favor recogerás los pétalos de las rosas, los mezclas con el aceite y el cabo de la vela blanca y, envueltos en una bolsa de tela verde, los entierras lejos de tu casa. Deberas dar limosna a tres ancianos.

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