El péndulo es, tal vez, uno de los métodos de adivinación más recientes que evolucionó a partir del uso antiguo que se daba a las ramas de ciertos árboles para encontrar agua y otros objetos

Tipos de péndulos

Los primeros péndulos consistían de una simple llave suspendida de un hilo a la cual, a medida que se movía circularmente, se le hacia diferentes preguntas cuyas respuestas podían ser positivas o negativas. Luego con el tiempo, en lugar de una llave se colocó una sortija o una pequeña bola de plomo.

Posteriormente, el péndulo adquirió formas más refinadas, tales como una pequeña esfera de cristal suspendida de una cadena de oro o un péndulo de forma de pera hecho de ébano o marfil.

En la actualidad, se emplea péndulos de material plástico los cuales están huecos, de modo que pueden llenarse con algún material selecto como oro en polvo o plata. Sin embargo, muchos adivinadores prefieren el uso de un péndulo sólido de cuarzo aunque requieren de constante limpieza energética, ya que puede cargarse con facilidad de toda clase de energías que pueden interferir con su trabajo.

Para una mejor precisión, el péndulo redondo y algo puntiagudo es el ideal, además, es preciso hacer un nudo en cada extremo del cual pende para evitar que se deslice entre los dedos.

En conjunto con el péndulo, en los casos de búsqueda de objetos o personas, se puede emplear un “testigo” el cual es un elemento que se relaciona directamente con lo buscado. En este sentido, existen dos tipos: el biológico considerado el más efectivo, pues contiene partículas de lo buscado, por ejemplo, cabello, sangre, uñas o saliva y el artificial el cual es un objeto que evoca y representa una extensión, el cual está impregnado de la persona o cosa buscada. Por citar un ejemplo: ropa, fotografías, mapas, dibujos, palabras, descripciones, etc.

Usos del péndulo

El péndulo se emplea hoy en día para encontrar objetos y personas perdidas.

Igualmente, usted puede usarlo para tomar decisiones y averiguar aspectos de la vida cotidiana.

Pasos para emplear el péndulo

– Buscar una habitación privada y silenciosa que, de ser posible, no contenga aparato electrónico alguno:

– Sentarse en una silla, preferiblemente ante una mesa, con la espalda recta y las plantas de los pies apoyadas en el piso.

– Evitar, durante la sesión, cruzar las piernas y los brazos o entrelazar las manos.

– Colocar el péndulo frente a su chacra frontal (llamado «tercer ojo»),

– Determinar el significado de las distintas oscilaciones: Sí, No, No sabe o No responde. Podría ser lo siguiente: Si el péndulo se desplace de su cuerpo hacia delante significará Sí, igual que cuando gire en círculo en el sentido de las manecillas del reloj; si por el contrario, el movimiento del péndulo es horizontal (de derecha a izquierda o viceversa) significará No, o si gira en círculo en sentido contrario al de las manecillas del reloj. En caso de que el péndulo permanezca estático o muestre una ligera vibración, significará que No sabe o No responde. Si la respuesta no es clara para usted, haga una pausa y retome el proceso de comunicación.

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